martes, 17 de noviembre de 2009

Una Nueva Etapa en la Industria Publicitaria Salvadoreña



Fue tal el empuje que cobraron las primeras agencias en El Salvador, que para 1964 ya se estaba integrando la Asociación Salvadoreña de Agencias de Publicidad (ASAP), organismo que tiene por objetivos engrandecer y profesionalizar la Industria Publicitaria de El Salvador, así como tratar de mejorar la calidad del publicista y de sus empresas. Es importante hacer notar que El Salvador fue el primer país Centroamericano en fundar una Asociación de Agencias Publicitarias. El desarrollo creciente de ASAP y la constante profesionalización de la Industria Publicitaria Salvadoreña, han permitido aunar esfuerzos con otras entidades de igual prestigio, con el objetivo de velar por los intereses de los consumidores, de los medios de comunicación y de las agencias publicitarias, estas son: La Asociación de Medios Publicitarios Salvadoreños (AMPS) y la Asociación Nacional de Anunciantes de El Salvador (ANAES), quienes durante los años sesenta, aliados en beneficio de la Industria Publicitaria, conforman el Consejo Nacional de la Publicidad (CNP). Con el objeto de fomentar el desarrollo de la industria, rigiendo en principio el uso y la práctica de la misma de acuerdo a principios, tales como: legalidad, moralidad, honestidad y buenas costumbres.


En 1980, ante la inminente necesidad de expresar de una manera común y uniforme los principios rectores de la Ética Publicitaria, el CNP acordó la creación de un Código de Ética Publicitaria para El Salvador, en el que se reúnen normas de conducta y de aplicación que rigen los principios a observarse en la creatividad y difusión de los mensajes publicitarios.


La crisis social política de 1980 marca una tercera etapa para las Agencias de Publicidad, al formar sociedades y corresponsalías con las agencias internacionales, para beneficiarse de los avances tecnológicos y nuevas técnicas mercadológicas que estas agencias poseían. Es así como McCann Erickson se estableció en el país; Ogivy and Mather, J. Walter Thompson, BBDO y Untas se asociaron con agencias locales. Este apoyo internacional fue decisivo y marcó una gran diferencia para el desarrollo y perfeccionamiento de la Industria Publicitaria Salvadoreña, para poder enfrentar las demandas y exigencias de un futuro cada vez más competitivo y globalizado en el área de las comunicaciones. En la actualidad, el país cuenta con un número aproximado de 26 agencias publicitarias; todas ellas con distintos formatos реro con un fin en común: realizar los más novedosos comerciales que den notoriedad a una marca, producto o servicio.
Acá les presento un video con una breve descripción de lo que es y como funciona la agencia de publicidad "Publicdad Comercial LOWE & Partners Worldwide, El Salvador".

Crecimiento y Evolución de las Agencias Publicitarias en El Salvador


En sus inicios los servicios que ofrecía una Agencia Publicitaria eran básicos y muy elementales, siendo la radio el medio por excelencia para anunciarse, contándose únicamente con ocho radios en el país, las que producían cuñas en vivo sin medir la duración, con frases simpáticas o chispazos que rimaban y eran del agrado del dueño del negocio, frases de concepto mercadológico; al fin de cuentas la competencia era limitada. Se formaron las agencias caseras por parte de las grandes firmas como la Sterling Productos, que promovía mejoras y se ocupaba de sus propios negocios. La competencia entre agencias caseras se acrecentó, apareciendo poco a poco nuevos personajes con mayor preparación en publicidad y con deseos de especializarse y actualizar sus conocimientos.

A la vanguardia de esta profesionalización de las agencias, estaban Publicidad Gutiérrez, manejada por los hermanos Marcos, Mario y Roberto Gutiérrez de nacionalidad costarricense y por el salvadoreño Napoleón Velarde, siguiéndole Pucasa. (Hoy Comunicart). La verdadera Industria Publicitaria comenzaba a dar sus primeros pasos con la organización y especialización de las agencias, departamentalizando sus áreas básicas.

La competencia imponía una nueva visión por parte de las agencias, obligándolas a especializar sus departamentos y servicios. Surgieron los técnicos en producción, los visualizadores, ejecutivos de cuentas, jefes de medios y mejores creativos. Se iniciaron entonces las campañas publicitarias y los medios de difusión masiva aplicaron y ordenaron sus tarifas y perfeccionaron sus programaciones.

Lo que la publicidad puede y no puede hacer

No hay duda de que la sabiduría del Creador es inmensa. A todos, en promedio nos ha hecho guales. Unos con mayores dotes para los números, la ingeniería y las finanzas, otros con facilidad para tocar un instrumento, practicar algún deporte o pintar sobre obras de arte. Es imposible dominar simultáneamente a nivel de excelencia muchas disciplinas y habilidades. Por lo general, a través del tiempo descubrimos ser buenos en algo e ignorantes en muchas cosas.

Curiosamente, en lo que casi todos coincidimos es en que nos consideramos conocedores de publicidad, expresando nuestros puntos de vista y juicios acerca de los "buenos" y "malos" anuncios. Se dice que todos tenemos un poco de genio y loco. (El publicista, en promedio, es igual que los demás pero con dosis un poco desbalanceadas de dichos aspectos.) Esta es una de las pocas disciplinas en las que todos nos sentimos expertos y podemos opinar si algo es bueno o no, si funcionará o no.

La publicidad puede lograr grandes objetivos al influir con un mensaje bien planificado, ejecutado y difundido en el lugar, momento y número de veces debido.

La publicidad no hace milagros ni cura casos de cáncer tales como de productos de mala o pésima calidad, distribución o política de ventas. Por sí sola, la publicidad no puede salvar, a una empresa con problemas de ventas. Difícilmente llegará a triunfar un nuevo producto o servicio que no ofrezca beneficios o ventajas diferenciales verdaderas y entendibles por sus clientes meta.

“Si un individuo que no sabe nadar se mete a un lago y se empieza a desesperar al hundirse por más fuerte que grite, ya sea con un tono de desesperación, lastima o con toda la fuerza de sus pulmones, no se salvará si no hay alguien que le escuche y sea persuadido a ayudarle”

La publicidad, como cualquier forma de comunicación, requiere de pensamiento y análisis. Para convencer deben existir muchos factores adicionales a la misma comunicación. Para influir debe ser fresca, diferente, divertida, emocional, aspiracional, humilde... algo o todo según el resultado que se espeta lograr.

La publicidad ha cobrado fuerza, a través de los años, a medida que la tecnología se ha desarrollado y permitimdo multiplicar los mensajes y llevarlos de una manera masiva a un público numeroso, hambriento de información, con cada vez menos tiempo disponible, más presiones de la vida moderna, menos dinero en su bolsillo, menos fidelidad a sus marcas tradicionales y por lo mismo, más inseguridad ante las diferentes propuestas de ventas.

Medios de Comunicación: Pilares de la Publicidad

En la primera época de la publicidad en el país, los medios impresos comenzaron a tomar importancia, y los anuncios se negociaban directamente con el cliente, proponiéndole alguna rima y un dibujo para su producto, porque las fotografías se utilizaron mucho tiempo después.

Mientras tanto, el segundo período de la publicidad se había dado con la llegada de la televisión en 1956, que revolucionó las comunicaciones y la creatividad de las agencias con los primeros spots en vivo; el impacto de la televisión motivó a la radio, como a la prensa escrita, a mejorar sus anuncios; fue así como los primeros comenzaron a ordenar y medir los tiempos de las cuñas y el medio prensa empezó a publicar artes enviados por las Agencias de Publicidad.

En el año de 1,971 se introdujo al país la televisión a color, que permite la creación de dos nuevos departamentos dentro de las Agencias de Publicidad: Uno relacionado con los medios, y otro dentro del espacio creativo. En la década de los 80's surgen nuevos medios, denominados alternativos, por ejemplo: rótulos luminosos, vallas, revistas a color, posters y desplegados.

Historia de la Publicidad en El Salvador

Los inicios de la industria de la publicidad en El Salvador fueron, como es de suponer, modestos y precarios. Su desarrollo no fue uniforme y en ocasiones sufrió retrocesos, como durante la Segunda Guerra Mundial.

La historia de la Publicidad en El Salvador se remonta a los años cuarenta, donde ésta era escasa, poco profesional y a un precio muy bajo. Uno de los medios usados eran los vehículos con parlantes que pregonaban en la vía pública productos diversos. El número de anunciantes era relativamente pequeño y se recibían pautas de anuncios que llegaban directamente de los Estados Unidos. La primera Agencia Publicitaria que funcionó en el país llamada "El Puente", fue fundada en 1,949, por el Sr. George Masey, quien era el Jefe de Información de la Embajada de los Estados Unidos. Este hecho marcó una nueva época en el desarrollo del sector publicitario nacional. Esa misma agencia fue adquirida tres años después por el Sr. Antonio Díaz, siendo reconocida desde entonces como Publicidad Díaz.


La publicidad nace en El Salvador en 1,949, la mayoría de edad la alcanza con la llegada al país de don Rubén F. Rossell, profesional publicitario mexicano que llegó a dirigir la agencia "Publicidad Centroamericana S.A. - PUCASA", fundada por empresarios de La Constancia. ADOC, H. De Sola y Cigarrería Morazán. Esta ruta promisoria algún tiempo después fue seguida por otros ilustres pioneros, entre ellos: Napoleón Velarde, Germán Ramos, Roberto Hill, Hugo Mendízabal, Efraín A. Imendia, Osear Rosales R., César Daniel Funes, Sigfrido Munéz y Ricardo R. De J.
González.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Aspectos Generales sobre la Publicidad


En la sociedad en la que vivimos la publicidad juega un papel fundamental, y a veces no somos completamente conscientes de ello. Creemos ser inmunes a carteles, anuncios, comerciales en televisión, etc., con los que constantemente nos borbandean. Pero en realidad, aunque no lo queramos admitir, no es así. Somos "manipulados", es decir estamos a merced de los interés económicos de quienes nos envían esos mensajes tentadores de las tres bes: "bueno-bonito-barato".

Los productos que anuncian en todos los medios, aunque no los necesitemos, acabamos comprandolos porque "es una ganga", "están en promoción". Si el adulto lo tiene difícil para defenderse de esta "manipulación", el niño es infinitamente mas vulnerable. La publicidad sobre juguetes, golosinas, etc., van dirigidas no a los padres, que son quienes poseen el dinero para compra esas cosas a sus hijos, sino que se dirigen directamente a los niños quienes harán lo necesario para que esos padres se lo compren. Por eso es necesario, urgente, y siempre en la medida posible, educar al menor para ser crítico con esa publicidad y los fines para los que se utiliza; se requiere proporcionarles las herramientas necesarias para la comprensión del medio en toda su amplitud, es necesario aprender a ser un buen consumidor y a saber consumir anuncios publicitarios.